Yo por mí soy nada, verdadera nada… Es preciso intentar de vez en cuando concebirse y sentirse no siendo. De este horror se saca temor de Dios y esperanza… No seas como los niños, que cierran los ojos para que no se les vea… Si la nada me aterra, he de aprender a conocer mi propia nada para aterrarme de mí mismo, y ponerme a labrar en mi nada el hombre nuevo, el de la gracia, el del ser…
Palabras de otro, palabras exactas, palabras para ti que te ha tocado limpiar todo esto con lejía y muerte.
(Fragmentos del Diario íntimo de Unamuno; la foto es de un cuadro del pintor Luis Marsans)
2 comentarios:
Un cuadro precioso, que me recuerda a aquel desayuno luminoso!
mí también, tiene mucho que ver, lo que pasa es que estos días la realidad no se me presenta, comno la aurora se le presentaba a Ulises, precisamente con dedos de rosa…
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