domingo, 15 de abril de 2012

Mesdames


A la vuelta de un pequeño viaje recojo del correo varios libros de personas a las que conozco y quiero, y todas ellas son francesas. Anne Picard me manda su antalogía de Victoria Campo titulada En témoignage (Antoine Fouquet, 2012). Una maravilla la selección, la traducción y el postfacio de Anne. El pasado miércoles Philippe Lanson le dedicaba un artículo encomioso en Libération. Florence Delay ha transformado su libro sobre las pinturas de mujeres de las paredes de Fontainebleau en un volumen de la nrf titulado Il me semble, mesdames (2012), fórmula que le sirvió para comenzar su discurso de entrada en la Academia, y le sirve como anáfora en varios de las treinta y una estampas, nouvelles o cuadros del del famoso castillo, de sus damas, reinas, favoritas o cortesanas, de sus pintores, de "sus amores y sus fiestas" escribe Florence. No hay amor verdadero sin presencia de la muerte, y Laura Bossi me manda un libro titulado Les frontières de la mort (Payot, 2012), del que había leído algunas partes, y que trata sobre los criterios para determinar que alguien ha muerto en efecto. Copio sólo dos frases que dan mucho que pensar: "Parece que ha sido detectada actividad cerebral (con los mismos niveles que se obtienen durante el sueño) mediante el electroencefalograma varias horas más tarde de que un diagnóstico clínico de muerte encefálica se hubiere producido y minutos después de la parada cardiaca y del cese de la circulación… Conocemos mal el proceso de la muerte, y aún menos las vivencias conscientes de los moribundos". Apasionante el estudio de Laura, los análisis que realiza y las conclusiones a las que llega, también en el orden ético y antropológico. Pero a lo que voy: cuando telefoneo a estas mujeres para felicitarlas por sus obras y agradecerles el envío, me quedo pasmado porque en la conversación, no contentas con quitarse cualquier mérito (parece que esos libros se hubieren escrito solos) me anuncian el envío inminente de próximos trabajos. Qué maravilla de laboriosidad, de pasión intelectual, de entusiasmo. Eso es para mí Francia. ¡Qué ejemplo!

P.S. También he recibido la edición de Kashtanka de Chéjov (Tres en Línea, 2012) ilustrada por mi amiga Eleonora Arroyo (la autora del hobbyhorse de mi cabecera. Otra persona que trabaja como mil haciendo el ruido de uno). Lo hemos leído Inés y yo entusiasmados con el texto y con las imágenes de Eleonora. Es una maravilla que guardo como un tesoro).

1 comentario:

Carlos Ponce-Meléndez dijo...

Que maravilla que tengas tantos libros por leer.