…no sé que me pasa que contigo todo me hace daño; esta mañana, me disponía a trabajar en casa; estaba solo, oyendo música sacra; estaba relativamente contento y confiado en que sería una mañana bien aprovechada: el final de una semana llena de trabajo y de frutos de trabajo; no tenía en el horizonte grandes nubarrones, si excluimos los apuros económicos de siempre, las miserias corporales que se acumulan tras cuatro décadas de dejadez y de excesos, tras el insomnio nuestro de cada día… y, cuando menos lo esperaba, la verdad es que no lo esperaba en absoluto, suena el teléfono, veo el prefijo y cojo sin tener ni idea de quien se trata: eras tú, otro año más, con toda la inmensa delicadeza que te caracteriza y que sin embargo a mí me hunde en el fango; no sé que me pasa contigo que todo me hace daño: tenía que hacer muchas cosas, escribir correos, realizar llamadas, leer un par de artículos, planear varios viajes que tengo por delante. Después de hablar contigo, de no ser capaz de decirte una sola palabra de verdad, y, tras colgar, y después de luchar durante una hora más con el demonio de la negatividad, me he dado por vencido; me he quedado en la silla sin hacer nada más que mirar el vacío que tenía por delante y dentro de mí. Ahora sé que será un día completamente vacío, al menos en lo que se refiere al orden del hacer. No sé que me pasa contigo que todo me hace daño: creo que si yo estuviera un día tirado en un banco de la calle, como un pordiosero, medio dormido y medio borracho, y tú pasaras por delante, aunque no fuera capaz de reconocer tu cara, y sin saber porqué, tu sombra al pasar me haría daño, me hundiría más y más en la miseria… no he pensado mucho en si debía escribir esto, pero no he tenido más remedio que hacerlo (me estaba ahogando en una melancolía absoluta), y seguramente sería una equivocación mandártelo (bonita manera de devolverte un gesto desinteresado de amistad por tu parte), pero también pienso que algo me debes querer y que quizás en realidad te gustaría saber como estoy de verdad, más allá de las cosas superficiales que se pueden decir en una llamada por muy amistosa que sea; también pienso que es por mi parte una forma contradictoria de darte las gracias, una manera rebuscada y retorcida de recordarte lo mucho que te echo de menos…
10 comentarios:
Feliz cumpleaños.
Gracias a ti
me debes un regalo
¡Felicidades!
Sí, felicidades, que haya un lugar para lo feliz aunque también esté esa melancolía otra, necesaria para pensar o para escribir, que tus libros crezcan y tu escritura también, que este año sea mejor que los otros, que lo celebres...
Felicitaciones, miles del felicitacione, y mi abrazo más cariñoso,
Muchísimas felicidades (again)... Gracias por todo.
La foto es muy bonita...
gracias a todos por la felicitación, desde mi melancólica felicidad!!!
no sabía q era tu cumple... con retraso pero igual entusiasmo: Felicidades!! los cumpleaños, a partir de los 30, son siempre melancólicos... no pasa nada!Un beso
Que sean muchos más. Felicidades.
gracias las dos también!
Publicar un comentario