Desde el pasado 29 de septiembre, y hasta el próximo 11 de enero, en el Museo del Centre Nationale de l´histoire de l`immigration de París, Mathieu Pernot presenta una exposición en la que se puede contemplar su trabajo titulado Le Grand Ensemble (incluidas, según entiendo, una parte de sus Implosions).
Por otro lado, José Ignacio Agorreta, inaugura su exposición de pintura el 9 de octubre, en el Polvorín de la Cuidadela de Pamplona (permanecerá instalada allí hasta el 1 de noviembre).
Dos artistas (no sé si a Mathieu le gusta mucho esa denominación) en el dantesco medianero de la vida, como yo, mediada la cuarentena, dos personas que han trabajado con ahínco durante más de veinte años, con una obra importante ya detrás, persiguiendo siempre una vocación expresiva muy radical, y que en ambos casos tiene que ver muy concretamente con el pasado histórico reciente y con la secuencia de las huellas del paso del hombre en determinadas situaciones sociales e históricas.
Mathieu Pernot, que ha realizado trabajos admirables acerca de la concentración de gitanos en campos durante la Segunda Guerra Mundial, siguiendo sus pasos hasta nuestros días, se ha ocupado ahora de lo que queda de los asentamientos de inmigrantes en la Francia del desarrollismo industrial de los sesenta. Ha compuesto piezas dialogadas, dignas de Beckett y de Robert Pinget, yuxtaponiendo los textos de las postales que los inmigrantes enviaban a su parentela. Ha fotografiado edificios. Ha valorado el espacio de un sueño, cercano siempre a la pesadilla del mecanicismo industrial y del desarraigo humano.
Por su parte, Agorreta, lleva años pintando fábricas abandonadas. Sabe mejor que nadie que la belleza es con frecuencia un subproducto de difícil aprehension, y que se encuentra a menudo donde menos se la espera, siempre que uno dirija su mirada hacia los lugares por los que el hombre ha pasado y sufrido, construyendo sus castillos en el aire.
5 comentarios:
Ay, lo apunto para ir! Gracias por avisar! :-)
¡Lo mismo digo! :)
Profesor, había oído que este año el nobel podía recaer en Magris ó en Mavis Gallant,a los dos los conocí a través de este blog, y me hacía ilusión que lo ganaran. Sin entrar en si está ó no politizado el premio, al fin y al cabo, los dos primeros están fuera de toda duda. Me ha alegrado lo de Adonis. ¿Le dedicará alguna entrada?
Una vez, en este blog, le contesté con la voz del poeta, diciendo:
'Afirmo que el sol es otra sombra,
mas no tengo pruebas.
Afirmo que la luna es otro fuego,
tengo muchas pruebas'
'Prefiero la traición de la palabra a la palabra,
a la fidelidad de la piedra a la piedra'
...... era Adonis.
Retiro todo lo dicho. Esto es fruto de mi maldita impulsividad. Había oído en el telediario el nobel de algo. Corrí a internet a ver quién se había llevado el de literatura, y por error de interpretación se lo di a Adonis. Parece que ni siquiera ha sido dado.
Nada, puede borrar los dos mensajes.
¡Somos humanos!Icíar, eres genial:). Yo también soy un poco impulsiva a veces...
Pero el tuyo ha sido un impulso guiado por la buena intención... No sé si esto tiene sentido, estoy espesilla. Sorry.
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