Sabemos sin duda que es tan poderoso el amor, que lleva tras sí al hombre, casi sacando el corazón fuera de sus términos y poniéndolo donde el mismo amor se pone; y como el amor de Dios sea más poderoso, también trae al Señor consigo; en tal maña que puede decir el mismo Señor: Donde estuviere mi amor estaré yo; y como Dios es impartible e indivisible, síguese que quien ama al Hijo tiene consigo al Padre y al Espíritu Santo, cuyas riquezas, como no están fuera del mismo Dios, también las trae consigo el que tiene a Dios, porque siempre se trae consigo sus bienes; y como los cuidadanos celestiales más estén con Dios que en sí mismos, no hay duda sino que se van con el mismo Señor adonde el amor les lleve para tener compañía a su Señor; de lo cual se sigue que donde está el amor de Dios está todo el paraíso, y aun que el verdadero paraíso es el amor de Dios, porque ni el paraíso celestial sería paraíso sin amor, ni donde está el verdadero amor de Dios falta por entonces todo lo que está en el cielo empíreo, el cual se dice el mayor y primero de los cielos, así como el amor es el mayor y primero de los mandamientos.
Tercer Abecedario Espiritual de Francisco de Osuna.
La foto está tomada por Manel Armengol en Santa María de Eunate, Navarra, en 1989 (Kodachrome 64-35 mm)
3 comentarios:
qué imagen maravillosa, parece decirlo todo
Eunate... What a place!
uno de esos lugares en los que, al menos es mi convicción, prayer has been valid.
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