domingo, 28 de septiembre de 2008

Notas para un diario 59

Tarde de domingo. Una más, que a mí me parece la primera. Todo está aún por hacer. Mañana comienzo. Bruno Cocset: suonata à violoncello solo del signor Antonio Vivaldi. Me meto en la música pero no consigo meterme en mí mismo. ¿Cómo nacen los poetas?, se pregunta Alda Merini en el epílogo a Corpo d´Amore: e così nascono i libri, nell´amore, e così nascono i libri che nessuno legge mai, e così il libro prima di nascere Dio lo deposita in te come una manciata di fango che diventa luce… ¡Viva l´Italia: como me gustan Vivaldi y la anáfora en este poema!, ¡qué bien graduada está, con la cadena de sustantivos, tan perfectamente paradójica: libro, amor, mancha de fango, Dios, luz…! Habla por sí solo este fragmento roto. Sólo es importante el libro que no se puede leer, que nace con dolor, del fango, como naciera el hombre, el libro vivo, la mancha, el pecado que se blanquea, como la grana de cochinilla, y acaba siendo luz. Los libros nacen cuando se piden con fe. Se alumbran mucho antes de nacer. Están todos inscritos desde siempre en la mente de Dios. Y no sabemos pedirlos. "El sueño de Dios", murmuró aquel viejo otra tarde de domingo cuando cuidaba yo de los niños en el parque de los magnolios. Tuve la suerte de oírle y me pareció un ángel. El libro vivo que es cada quien y que tarda tanto en ser escrito. El libro que soy yo también y que tú ya no quieres leer. Ya ni siquiera me escuchas ni me contestas cuando intento decirte algo, como un susurro, pero no te preocupes. Te entiendo. No soy precisamente un ángel. No me escuchas siquiera como yo escucho a Cocset, como una melodía que se pierde en el fondo de la habitación, en una tarde de domingo.

2 comentarios:

Corina Dávalos dijo...

"El libro vivo que es cada quien y que tarda tanto en ser escrito. El libro que soy yo también y que tú ya no quieres leer." Esto te lo plagiaré un día para la tesis. Bueno...plagio, ya me entiendes.
Me ha encantado eso de que los libros nacen cuando se piden con fe. Yo estoy tratando de que uno vea la luz. Me lo aplico y a ver...np sé yo si se va a quedar en una "manciata di fango." Espero que no. ¡Gracias!

Alvaro de la Rica dijo...

Ojalá salga pronto el libro y podamos leerlo. Me comprometo a escribir sobre él.