Encuentro leyendo el ABCD un poema maravilloso:
CREACIÓN DEL MUNDO
Y PRIMERA CULPA DEL HOMBRE
En el principio todo era definitivo,
sin misterio, excesivamente sencillo:
era la edad más vieja.
Pero en la jerarquía de los siglos todo comenzó con la culpa.
Cuenta el libro del Génesis que desde la expulsión
dos ángeles al oriente del Jardín vigilan con espada de fuego
el anhelado Árbol de la Vida.
Para el escriba de Yahvé aconteció lo narrado.
Inconsolable suerte de la memoria
que nos remite a los días
en que la desobediencia doblegó a nuestros padres
y la primera muerte alcanzó a Abel.
Cuándo comprenderemos que en el tiempo humano
no es posible vivir en paz con el tiempo de Dios.
Para mí el poema es como una promesa que se cumple al tiempo que se plantea, para ti es sólo un deseo que no se realiza. Por otra parte en mi modo de trabajar no escribo casi nunca poemas fuera del contexto de un libro futuro. Es decir, cuando escribo un poema, por lo general hace parte de un todo al que pretendo llegar poco a poco. Siempre escribí de ese modo, incluso en mi primer libro. Eso me permite indagar sobre temas que me interesan, sin dispersarme y mantener la disciplina. Ese poema (se refiere a un segundo poema de tema amoroso sobre el que hemos hablado) hace parte de un futuro libro sobre el amor. Ya dije que es un tema que he tocado poco por lo que significa para mí un reto importante. Es muy difícil escribir poemas sobre el amor, o amorosos, sin caer en el lugar común. ¿Lo lograré? Espero que sí. No tengo la menor idea de en cuánto tiempo, tal vez falten muchos años, una vida entera, pero lo seguiré intentanto hasta que logre escribir ese poema de amor, ese libro de amor.
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