miércoles, 24 de septiembre de 2008

Modiano

Un pedigrí
Acabo de leer estos días Un pedigrí (Anagrama, 2007), de Patrick Modiano. Es algo así como su autobiografía. Libro triste, donde los haya. Modiano intenta contar en ese escrito su origen y los primeros años de su vida: "Escribo estas páginas como se levanta acta o se redacta un curriculum vitae, a título documental y, seguramente, para liquidar de una vez una vida que no era mía. Sólo es una simple y fina capa de hechos y gestos. No tengo nada que confesar ni nada que dilucidar y no siento afición alguna por la introspección ni por los exámenes de conciencia" (pág. 45).
Extraño pacto de lectura
¿Se puede escribir un libro sobre la propia vida desde estos presupuestos? Pues Modiano lo hace, en buena parte incumpliéndolos. Le gusta moverse en la superficie de las cosas, de las personas y del paisaje por el que ha pasado sin dejar apenas huella y sin dejarse impresionar tampoco, pero ese mismo pasar fugaz y rápido nos devuelve una atmósfera determinada con toda su levedad y ausencia de gracia. "Voy a seguir desgranando esos años sin nostalgia, pero con voz presurosa" (86), insiste el autor. Su vida se parece un poco a la de un perro callejero: "un perro sin pedigrí, dice, y muy dejado de la mano de Dios" (pág. 92). Todo el relato consiste en un intento de remover "el terruño –el estiércol– de donde vengo" (pág. 20).
Un segundo libro de Modiano
No parece un programa muy atractivo, y sin embargo a mí me ha gustado mucho el resultado. La historia de alguien que no se hace ilusiones pero tampoco excesivos reproches. Triste sí, pero muy convincente a pesar de la más completa ausencia de intención de convencer a nadie de nada. Por cierto, acaba de publicarse, también en Anagrama, la última novela de este escritor: En el café de la juventud perdida (2008). Por ahora no voy a leerla pero si alguien lo hace que me diga por favor lo que piensa.

(La foto es de Henri Zerdoun)

1 comentario:

Alvaro de la Rica dijo...

muchas gracias por tu aportación
sigo teniéndola pendiente
todo lo que je leído de Modiano es amargo y fragmentario (Pedigrí y Dora Bruder), la verdad, pero conste que no lo digo como algo peyorativo