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Me mandan desde la
Argentina un
link de la exposición del
Met titulada
Ventanas con vistas en referencia directa a E.M. Forster e indirecta al famoso ensayo
de Virginia Woolf sobre la necesidad de mantener una cámara propia. Me da la impresión de que la muestra recoge sobre todo la visión romántica del que mira por la ventana de un cuarto hacia afuera. Me gustaría ver sobre todo los cuadros que pintó
C.D. Friedrich de las vistas que desde su estudio en el puerto de Dresde tenía sobre el río
Elba. Aquellas puntas de mástiles de barcos recién llegados o a punto de partir. Supongo que la mayoría de los pintores serán en efecto germanos, escandinavos, algún holandés, algún francés. En la mayoría de los casos, la estancia acaba siendo eso, un espacio estanco sin más horizonte que el marcado forzosamente por la propia ventana. El recorrido espacial y temporal de esa perspectiva quedó por eso algo limitado. ¿Estarán en el
Met Matisse y sus ventanas abiertas? ¿O
Hithcock? ¿O
Anna Malagrida? En la modernidad la cosa ha girado para bien hacia la apertura al misterio de la ventana vista desde fuera de la habitación; eso tiene que ver curiosamente con la expansión de la increencia en
Europa, al menos desde que
Vélez de Guevara escribiera
El diablo cojuelo al final de su vida mediado el
siglo XVII. Como un ciego que quería a toda costa acordarse de la luz,
Baudelaire escribió (
Petits poèmes en prose) que
no hay un objeto más profundo, más misterioso, más fecundo, más tenebroso, más deslumbrante, que una pequeña ventana iluminada por una vela. Y qué razón tenía, ¿no? En uno de sus inolvidables paseos por
París decía
Julien Green esto: "Me ha ocurrido con frecuencia detenerme de pronto ante una gran ventana revestida de falso encaje en el fondo de un viejo barrio, y soñar sin fin en los destinos ignotos que estarían palpitando al abrigo de aquellos cristales oscuros".
3 comentarios:
Cuando salgo con mi cámara, suelen embelesarme las ventanas. Sobre todo aquellas que dejan entrever el interior de las estancias. Me atraen sin remedio: me imagino vidas, circunstancias. Intento entrar en los otros...pero estamos separados.
Creo que esa es la razón.
¡ Cierto! ¿ A quién no le ha pasado ver una ventana desde afuera con el interior iluminado y sentirse excluido del paraíso?
gracias por los comentarios y por la sensibilidad que comparto totalmente
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