jueves, 5 de mayo de 2011

Kundera

Todos los años, a comienzos de mayo, suelo hacerme con el catálogo actualizado de La Pléiade. Es una colección de la editorial francesa Gallimard con obras (más o menos completas) de autores de la literatura universal. El catálogo es pequeño, funcional, y contiene una pequeña leyenda de cada libro y de cada autor y, lo que a mí me interesa más, el índice del contenido de cada volumen. Soy profesor de Literatura Universal (una especie en extinción), de modo que me tomo este ejercicio como un test con el que me autoevalúo. Compruebo cuánto me queda por leer y si ese año que ha pasado he ido abriéndome a nuevos clásicos. Aunque el resultado suele ser desalentador, me ayuda a orientarme y al final no dudo en darme a mí mismo una absolución de lo más ancha. En mayo, coincidiendo con el nuevo catálogo, La Pléiade ofrece las novedades de ese año. Si compras tres libros (los precios durante quince días son más bajos) te regalan además el album de la vida de un escritor (no se venden) con el mismo formato que los volúmenes de la colección. Cada año ofrecen uno nuevo. Alguno de estos albúmenes está muy bien hecho y tiempo después se buscan como joyas bibliográficas. Este año está dedicado a Paul Claudel (un autor que admiro particularmente). De entre las novedades de 2011 me he fijado en un Thomas De Quincey (otra referencia para mí) y en la publicación de dos tomos con la obra de Milan Kundera (novela y ensayo). He leído ya en De Quincey su extraordinario ensayo sobre "Los golpes a la puerta en Macbeth" y me he quedado asombrado una vez más de su calidad de lector. Al genio de Manchester le fascinaba el asesinato, algo previo y mucho más profundo que lo que aparece en la novela negra. Y en Kundera, que he empezado a hojear, veo con sorpresa que las normas o usos editoriales de la colección se han modificado. Muy Kundera. Sin biografía, apenas sin notas eruditas sin borradores sin anexos sin obras de juventud. Sólo lo édito. Sin referencias personales o biográficas. A Kundera no le agradan las confusiones en ese plano. Solo acepta entrevistas escritas y que él pueda revisar antes de su publicación. A Kundera no le gustan los malosentendidos. Kundera descree de todo lo que no sea lo que él llama "obra" (así se titula el conjunto:Oeuvre a secas) A Kundera no le gusta que le malinterpreten ni que le interpreten siquiera. Kundera ha escrito sobre la levedad, sobre la risa y la broma, pero siempre se ha tomado todo muy en serio.

6 comentarios:

Juan Pablo L. Torrillas dijo...

De Kundera solo he leído "La insoportable levedad del ser", una novela a mi juicio interesante que se adentra en las miserias y las virtudes del Hombre. Es cierto que el Sr. Kundera se toma las cosas en serio... todo un personaje.

Un saludo,
JPLT

P.D.: Comprendo la discreción.

´´ dijo...

Hace años tuve una amiga que tenía una camiseta con frases de LA INSPORTABLE LEVEDAD DEL SER, yo, como tú dices, sabía que Kundera era una persona que se tomaba muy en serio y me indigne, le dije mejor te quitas la camiseta, pero no coló.

Adelarica dijo...

hombre, no me extraña que no quiser quitársela, así como así

jordi lobo dijo...

Yo de Kundera lo he leído todo, o casi todo, y lo seguiré haciendo mientras pueda. No por mitomanía ni nada por el estilo, sino por placer estético e intelectual. Además, es un escritor honesto, que no es poco. Por otro lado, permítanme que discrepe, pero para mí Kundera -como él dice de Kafka- es un irónico que sólo se toma en serio la literatura y descree, y por tanto, ríe, de todo lo demás.

Adelarica dijo...

a mí Kundera me parece un escritor fascinante

no sé si hay razones para tomarse la literatura más en serio que cualquier otra cosa

Anónimo dijo...

Yo, y puntualizo mucho, aún, no me he leído nada de Kundera. Pero siempre me ha llamado la atención, por su mismo nombre y por sus títulos.
Y ahora, tras leer este post, me interesa aún más.


Este verano aprovecho.