jueves, 13 de octubre de 2011
Pedro Pertejo
P. Su trabajo surge de una larga y lenta contemplación del paisaje marino. ¿Puede esbozar narrativamente los trazos de ese proceso?
R. Antes de comenzar a pintar es muy importante para mí alcanzar un estado corporal y emocional que está estrechamente ligado a la contemplación. Indago en la tela hasta que surge una imagen que evoca el objeto de mi contemplación, y en ese proceso pueden quedar muchos cuadros enterrados. La preparación del soporte es también fundamental, y a veces trabajo en éste durante días. Debo encontrar el color de base que está asociado a una emoción anterior a la forma.
P. Formalmente destaca el recurso a la comparación (fotografía/pintura). ¿Una secuencia de imágenes, un reflejo, un negativo, dos órdenes distintos? Cómo lo ha percibido Ud a lol largo del tiempo en el que ha desarrollado ese experimento?
R. Durante más de veinte años, he vivido asomado al mar, lo he pintado y lo he fotografiado. Mostrar unas imágenes junto a otras, sin duda provoca una comparación y pone de relieve la diferencia entre percepción y realidad, aunque esta exposición, para mí, desea establecer fundamentalmente un diálogo. Fotografía y pintura entran en resonancia en una realidad compartida. La forma que ha adoptado la exposición es también una forma de hablar de la realidad de la pintura. Ahora vivo entre montañas y el mar llega de otra manera, en forma de evocación.
P. Finalmente el mar. ¿Podría apuntar algo sobre su relación con ese elemento de la natualeza, aquello que a pesar de todo acaso no haya sido del todo capaz de expresar en su obra?
R. A mi pesar, el mar siempre ha estado asociado a un sentimiento de vulnerabilidad y de pérdida, algo muy difícil de expresar con la pintura.
leeer la entrevista y el comentario en teinteersa.es
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
vaya cambio!!!!!
Publicar un comentario