sábado, 29 de octubre de 2011
Charla con Hiraki Sawa
P.- Lo primero que me llama la atención son las cajas de madera en las que Ud. coloca las pantallas con sus videos.
R.- Sí, es una conexión que mantengo con mi afición infantil por los trabajos manuales.
P.-¿Es sólo eso?
R.- No, no sólo. Las cajas en la cultura japonesa, hako, tienen algunos significados particulares: se les regalan a los niños para que encierren allí sus miedos. Así aprenden a ponerles límites, las paredes de las cajas, y a controlarlos.
P.- ¿Su trabajo tiene que ver con el miedo? ¿Esas proyecciones de imágenes maravillosas e inquietantes son producto del temor? ¿Meterlas en una caja sería como esconderlas?
R.-Sí, pero en el hako se esconden los sueños y los deseos. En un acto también de pudor.
P.-¡Qué bonito! Sueños, miedo, pudor… en todo caso un mundo de pensamientos íntimos.
R.- ¿Pensamientos? No creo. Son más bien sensaciones, visiones, todo lo que obtengo cuando no me propongo pensar o, mejor aún, cuando consigo separarme de la presión del pensamiento, cuando creo en mí un vacío en el que pueden entrar otras cosas entre las que me muevo más como en mi propia casa.
P.- ¿Entre aquellas cosas que le permiten constatar que Ud. es Ud. y no nadie más?
R.- Exacto. Ese es mi rostro y lo demás sobra. En las inauguraciones como la de ayer me cuesta tanto aparecer… en la anterior me pasé todo el tiempo en el gabinete y nadie preguntó por mí.
P.- Pues eso le honra la verdad. R.- Es mejor ser nadie, no ser ni siquiera el genio de lámpara de Aladino que aparece cuando frotas, dejar espacio a los demás, dejar que los demás se encuentren consigo mismos al contemplar una obra. P.- En eso me recuerda a tantos autores japoneses de literatura a los que tanto admiro (Kabawata, Tanizaki, Endo y hasta Murakami).
R.- Sí claro, son maestros en el arte de decir pero sin imponerse, dejando que nuestra imaginación vague a su antojo, se encuentre como en casa. Hay tantos motivos para permanecer en casa.
P.- Yo por ejemplo he leído no menos de cinco veces País de Nieve de Kabawata y la verdad es que aún no lo entiendo. No ya el significado, no entiendo del todo el argumento ni a los personajes, hasta el punto de que me había preguntado muchas veces si era una cuestión de la traducción.
R.- No lo creo. Kabawata es un artista de la sugerencia. Pero yo le recomiendo que lea también a Kôbô Abe. Encontrara una parte de sí mismo. Es mágico.
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1 comentario:
he hecho caso a esa recomendación, hoy mismo he pedido Idéntico al ser humano, de Kôbô Abe
espero descubrir la magia
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