Hace pocos días tuve la suerte de pasar una mañana entera andando morosamente por Madrid. Era uno de esos días claros con los que nos regala la capital de España. Había quedado en la Gran Vía con alguien a primerísima hora de la mañana y mi siguiente appuntamento era un almuerzo achtalliano a las dos de la tarde en la calle Velázquez. Decidí ir andando de una punta a otra de la ciudad. No esperaba nada especial, salvo que me diera el sol y el aire helado en la cara durante unas horas. Benditas esperas, y más si a uno le pillan paseando (y hablando de vez en cuando por teléfono con los que de verdad queremos). Por San Bernardo llegué a Malasaña y en la calle San Joaquín, a la altura del número 3, me encontré una librería con el nombre de Tipos infames. Libros y vinos.
¿Libros y vinos? Bendita infamia. Era un poco pronto para beber nada, pero no para echar un vistazo a las estanterías. Literatura pura y dura. Pocas concesiones a la basura literaria. Encontré cosas: varias primeras ediciones de Vila-Matas, de Narrativas Hispánicas, que no tenía y que son difíciles de encontrar (odio los libros compactos). También encontré un libro de Manuel Arroyo Stephens titulado Imagen de la muerte. A mí me gusta Arroyo como escritor (su memoria sobre Bergamín, Región Luciente, es de lo mejor que se ha escrito sobre el maestro). Muerte de Yiyo, el primer texto. Me pareció que junto a los vinos y los libros me estaba faltando mi amiga la muerte, y Arroyo me la traía de la mano por medio de la pasión taurina. Me senté a llorar en una de las sillas blancas del local y caí en la cuenta de algo que hasta ese momento se me había pasado desapercibido: Manolo apenas usa comas. Me impresionó tanto la curvatura que seguían sus frases y periodos que le llamé al móvil. Andaba por la zona, para más inri. Quedamos en vernos pronto en Biarritz. Yo este trimestre no tengo mucha facilidad de movimientos. Doy clase, un programa nuevo con Madame Bovary, el Jekyll, Por el camino de Swann, Metamorfosis, Ulises y Dora Bruder con Nabokov de fondo. Pero yo en realidad lo que sueño es con un Seminario Magris. El método Magris. Reúne a una quincena de lectores durante un año y escogen un tema. Por ejemplo: los escritores en lengua alemana de la ciudad de Praga. Todos leen a todos. Hablan y discuten hasta hartarse. Hay un relator. Puede o no ser el propio Magris. Así salió por ejemplo "Praga al quadrato", el mejor ensayo sobre la literatura de Praga que yo conozco. Leer en común, la única solución. Como hicieron los monjes medievales a orillas de los ríos europeos; como Platón y los suyos a la vera der Ilisos. Cerca de un río, siempre. Hasta que por fin nos recorra por dentro y nos lleve hasta el ignoto mar de la persuasión. Los libros y la muerte. Si yo hubiera leído a Kafka con otros, alguien me hubiera recordado que en Once hijos, el undécimo, o sea mi primo ordinal, prefiere que su padre le deteste a que le ignore. Es débil ese niño. Y dubitativo. Sólo es fuerte para una cosa (¿escribir?, ¿amar?, ¿conocer?, ¿reír?). "A veces me mira, dice el padre, como queriendo decirme: llévame contigo. Yo pienso entonces: Eres el último en quien confiaría. Y su mirada parece replicar: pues ya es mucho que sea el último". Claro. Ahora lo entiendo todo.
¿Libros y vinos? Bendita infamia. Era un poco pronto para beber nada, pero no para echar un vistazo a las estanterías. Literatura pura y dura. Pocas concesiones a la basura literaria. Encontré cosas: varias primeras ediciones de Vila-Matas, de Narrativas Hispánicas, que no tenía y que son difíciles de encontrar (odio los libros compactos). También encontré un libro de Manuel Arroyo Stephens titulado Imagen de la muerte. A mí me gusta Arroyo como escritor (su memoria sobre Bergamín, Región Luciente, es de lo mejor que se ha escrito sobre el maestro). Muerte de Yiyo, el primer texto. Me pareció que junto a los vinos y los libros me estaba faltando mi amiga la muerte, y Arroyo me la traía de la mano por medio de la pasión taurina. Me senté a llorar en una de las sillas blancas del local y caí en la cuenta de algo que hasta ese momento se me había pasado desapercibido: Manolo apenas usa comas. Me impresionó tanto la curvatura que seguían sus frases y periodos que le llamé al móvil. Andaba por la zona, para más inri. Quedamos en vernos pronto en Biarritz. Yo este trimestre no tengo mucha facilidad de movimientos. Doy clase, un programa nuevo con Madame Bovary, el Jekyll, Por el camino de Swann, Metamorfosis, Ulises y Dora Bruder con Nabokov de fondo. Pero yo en realidad lo que sueño es con un Seminario Magris. El método Magris. Reúne a una quincena de lectores durante un año y escogen un tema. Por ejemplo: los escritores en lengua alemana de la ciudad de Praga. Todos leen a todos. Hablan y discuten hasta hartarse. Hay un relator. Puede o no ser el propio Magris. Así salió por ejemplo "Praga al quadrato", el mejor ensayo sobre la literatura de Praga que yo conozco. Leer en común, la única solución. Como hicieron los monjes medievales a orillas de los ríos europeos; como Platón y los suyos a la vera der Ilisos. Cerca de un río, siempre. Hasta que por fin nos recorra por dentro y nos lleve hasta el ignoto mar de la persuasión. Los libros y la muerte. Si yo hubiera leído a Kafka con otros, alguien me hubiera recordado que en Once hijos, el undécimo, o sea mi primo ordinal, prefiere que su padre le deteste a que le ignore. Es débil ese niño. Y dubitativo. Sólo es fuerte para una cosa (¿escribir?, ¿amar?, ¿conocer?, ¿reír?). "A veces me mira, dice el padre, como queriendo decirme: llévame contigo. Yo pienso entonces: Eres el último en quien confiaría. Y su mirada parece replicar: pues ya es mucho que sea el último". Claro. Ahora lo entiendo todo.
9 comentarios:
Es una librería increíble. A mí me llevó una amiga que vive en Madrid y disfruté muchísimo. Y me dio la sensación, al ver a la gente sentada entre los libros y charlando, de que propicia la aparición de pequeños grupos de personas que leen juntas.
eso mismo creo yo
el día 5 estaré en Salamanca, presentando el K.
Alvaro
¿Dónde? Probablemente esté en Salamanca en esos días.
No lo sé dónde es, es un festival o algo así, lo pondré aquí en los próximos días
pero me había equivocado, es el día 12 y no el 5
Entonces estaré aquí seguro. Estaré atenta. Cuenta conmigo entre el público.
gracias, te aviso
Ya lo he visto. El mismo día presento con una amiga en el mismo sitio (la Casa de las Conchas) el taller literario online la Babucha. Ya es casualidad.
Nos vemos entonces y nos saludamos el sábado
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