Feliz Año, Álvaro y, contigo, a todos los tuyos. Aquí estaba yo, con mi María Zambrano, y tu entrada me ha venido pintiparada para ilustrar mis lecturas. Te copio un fragmento:
"No se libra el hombre de ciertas "cosas" cuando han desaparecido, menos aún cuando es él mismo quien ha logrado hacerlas desaparecer. Podrían dividirse las cosas de la vida en dos categorías: aquellas que desaparecen cuando las negamos y aquellas otras de realidad misteriosa que, aun negadas, dejan intacta nuestra relación con ellas. Así, eso que se oculta en la palabra, casi impronunciable hoy, Dios" ( María Zambrano, El hombre y lo divino, 1973).
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Feliz Año, Álvaro y, contigo, a todos los tuyos. Aquí estaba yo, con mi María Zambrano, y tu entrada me ha venido pintiparada para ilustrar mis lecturas. Te copio un fragmento:
"No se libra el hombre de ciertas "cosas" cuando han desaparecido, menos aún cuando es él mismo quien ha logrado hacerlas desaparecer. Podrían dividirse las cosas de la vida en dos categorías: aquellas que desaparecen cuando las negamos y aquellas otras de realidad misteriosa que, aun negadas, dejan intacta nuestra relación con ellas. Así, eso que se oculta en la palabra, casi impronunciable hoy, Dios" ( María Zambrano, El hombre y lo divino, 1973).
Un saludo,
Muy feliz año para ti también, querido José Antonio
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