sábado, 11 de julio de 2009

Desiderata

Mi hermana Lourdes me manda estos pensamientos, o tal vez sea una plegaria, fechada en el año 1692, y encontrada en una antigua rectoría de la ciudad de Baltimore (veo en la red, no obstante, que también ha sido atribuida a un tal Max Ehrman, que vivió el siglo pasado en Nueva Inglaterra) Peu importe; para mí lo esencial es lo que dice sobre aquello que deberíamos desear, con lo que que estoy (bastante) de acuerdo:
Camina plácidamente entre el ruido y la prisa,  recuerda que la paz puede estar en el silencio. Si es posible, sin rendirte, procura ser amigo de todos. Dí tu verdad de una manera serena y clara y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante; también ellos tienen su propia historia que contar. Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, ya que son un fastidio para el espíritu. Si te comparas con los demás, te volverás alguien vano y amargado, pues siempre habrá personas más grandes o más pequeñas que tú. Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes. Ama tu trabajo, por humilde que sea: es un verdadero tesoro, en el fortuito devenir de los tiempos. Sé cauto en tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños, mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe. Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar ideales nobles. La vida está llena de heroísmo. Sé sincero contigo mismo, en especial no disimules tus afectos e inclinaciones. No seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con naturalidad las cosas de la juventud. Cultiva la firmeza del espíritu, para que te proteja en las adversidades repentinas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Con una sana disciplina, sé benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo. No menos que las plantas y las estrellas, tienes derecho a existir. Si no dudas de esto, el mundo se abrirá ante ti. Vive en paz con Dios cualquiera que sea tu idea de El. Y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida. Aún con toda su falsía, sus dolores y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Sé cauto, ¡esfuérzate por ser feliz!

4 comentarios:

Belnu dijo...

Convincente! Me gusta la imagen también

Adelarica dijo...

la famosa carpeta amarilla, qué recuerdos. De todos modos habrá que abrir otra, ¿no? a nuevos tiempos, nuevos colores: qué tal el blanco?
en cuanto a lo de observarte de cerca, a mí que me registren
no tengo esa capacidad, no sé si para bien o para mal (eso lo hacía el diablo cojuelo, no?)

Adelarica dijo...

la imagen es preciosa
tengo más de los lugares de la muerte de nueva inglaterra, ¿haremos algún día una excursión a la casa de la Dickinson? por cierto, ¿has leído el relato que hace la Guinzburg de la casa de Concord?
La Academia es el sitio del barrio gótico, ¿no?

Icíar dijo...

Placentero el texto. No hay mentiras en él. Me gusta. Me esfuerzo en hacerlo. Casi nunca lo consigo. Pero ahí sigo.

Por cierto, ese que del principio no lleva acento. Tampoco el di. Lo sé porque yo fui una de las que la madre Chamorro no aprobó a la primera el examen de acentos..... lo hice tantas veces con 12 años, que finalmente se me quedó la obsesión por ellos.

No es crítica, es que quizás esté un poco quisquilla últimamente... demasiadas horas trabajando. Echo de menos leer y curiosear; el verdadero alimento.