Cuando uno se marcha, debe tirar al mar
el sombrero con las conchas,
que recogió durante el verano
e irse con el cabello ondeante,
debe arrojar al mar la mesa
que puso para su amor,
debe verter al mar el resto
del vino de la copa,
debe dar a los peces su pan
y mezclar una gota de sangre en el mar
debe hundir su cuchillo en las olas
y echar a pique su zapato
corazón, ancla y cruz,
¡e irse con el cabello ondeante!
Entonces volverá.
¿Cuándo?
No preguntes.
(La foto es de André Kertesz, Buceador de fondo, 1912)
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