domingo, 17 de julio de 2011
Notas para un diario 211 (París)
Ningún libro me sostenía en el barrio de la enseñanza, ninguna creencia me mantenía, ningún recuerdo me fortalecía… escribe Cioran en el que para mí es su mejor libro, el Breviario de los vencidos, uno de los escritos más bellos que he leído sobre el Barrio Latino de la cuidad de París. Todo él es un gran "paseo" al modo en el que lo hiciera Rousseau en los dos últimos años de su vida. Exactamente el mismo espíritu; siempre he pensado que yo mismo acabaré así, escribiendo algo así, un texto inacabado sobre nada al hilo de mis paseos, mentales y no mentales, sobre la ciudad en la que uno es tanto, cuando la habita, que ya no concibe la vida sin ella, sin la sustracción que significa vivir lejos de ella.
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3 comentarios:
Puede que, en resumen, todos los géneros literarios se reduzcan a eso: a un solitario e inacabado encuentro consigo mismo.
Un abrazo
gusto de verte y oírte por estos lares
levo más de diez años observando las calles pedregosas de esta ciudad
Aquí se mezcla la elegancia con el savoir-vivre y el savoir-vivre-avec de una manera excepcional
Única
Debido a mis cortas estancias no he podido saborearlo, pero lo sentí desde el primer momento
Entonces ni siquiera me hubiera imaginado un vínculo así con una ciudad, con todo un pueblo, su cultura, aún oculto en mí
Pero algo me llevó hasta él sin apenas darme cuenta
Como un descubrimiento fortuito, pero a la vez definitivo
Sentí crecer en mi algo grande, multiplicador, que se tornó vital, irrenunciable
Como un encuentro pacificador, al fin, con uno mismo...
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