sábado, 12 de abril de 2008

Notas para un diario 3



El lenguaje del amor
Así habla Adonai: "En cuanto a tu nacimiento, te diré que el día que naciste no fue cortado tu cordón umbilical, ni fuiste lavada con agua ni desinfectada con sales ni cuidadosamente envuelta en pañales limpios. No hubo ojos que se apiadaran de ti para hacerte ninguna de esas cosas, compadeciéndose de ti, sino que fuiste arrojada sobre el haz del campo por la repulsión que infundías el día de tu nacimiento.
Pero yo pasé junto a ti y te vi revolcándote en tu sangre, y te dije: "En tu sangre vive y crece". Creciste como una amapola en una cuneta, te desarrollaste salvaje, alcanzaste la pubertad: crecieron tus pechos y tu vello creció, y eso podía verse porque estabas desnuda y a la intemperie. Y pasé junto a ti y te vi, y he aquí que estabas en tu esplendor, en el esplendor del deseo, y extendí mi sombra sobre ti y cubrí tu cuerpo, te tomé y te amé, estableciendo contigo un vínculo. Te lavé con agua y te limpié la sangre menstrual y te ungí con óleo; te vestí con ropas hermosas, te calcé con piel, te ceñí con seda y el mejor lino; te adorné con joyas, puse pulseras en tus muñecas, coloque un anillo en tu nariz, cercillos en tus orejas y una corona en tu cabeza. Estabas bellísima y te hice mi reina"
Cuando leo la Biblia me pregunto porque no se habla así desde los púlpitos, y porque los libros "de espiritualidad" no dicen estas cosas. A mi sólo me interesa el lenguaje del Amor.
Juan de la Cruz conoció este paso de Adonai y lo expresó en el Cántico: Un pastora pregunta a bosques y espesuras si por ahí ha pasado el Amado y las criaturas contestan que mil gracias derramando, pasó por estos sotos con presura y, yéndolos mirando, con sólo su figura, vestidos los dejó de hermosura. La pastora anhela ese amor, lo busca, lo cerca y no se conforma con nada que no sea El. Por fin Adonai la encuentra, se enamora de su piel morena y yacen debajo de un manzano, en un lecho florido, beben en la interior bodega de Adonai, la pastora se entrega de hecho a sí misma, sin dejar cosa, y le promete ser su esposa, perdidiza, enamorada…
Teresa de Lisieux lo dice así: "Estaba en la edad más peligrosa para las chicas. Pero Adonai hizo conmigo lo que cuenta Ezequiel en las profecías: Al pasar junto a mí vio que estaba en la edad del amor. Hizo alianza conmigo y fui suya… Extendió su manto sobre mí, me lavó con perfumes preciosos, me vistió de bordados y me adornó con collares y con joyas sin precio… Me alimentó con flor de harina y aceite abundante… Me hice cada vez más hermosa a sus ojos y Adonai me hizo su reina… Podría repetir estas palabras que acabo de escribir y demostrar que todas, una por una, se han realizado en mí"

4 comentarios:

Anna A. dijo...

Qué belleza!!

Delphine dijo...

Un jour, j'ai dit à Igor que je ne comprenais pas bien le Dieu de colère de l'Ancien Testament. Il m'a répondu avec, à ce qu'il me semble, beaucoup de bon sens, que Dieu s'adresse aux hommes dans le langage qu'ils sont capables de comprendre. Tout le monde n'est pas prêt à entendre les subtilités du langage de l'amour, tu ne crois pas, Alvaro?

L.R. dijo...

Que belleza!! que seguridad nos da el ser amados!! porqué nos empeñaremos a veces en no abrirnos al Amor?
un bx y gracias Alvaro.

Polly dijo...

Estas son palabras del Antiguo Testamento que siempre me impresionan... ¡Es el alma que se deja acoger y penetrar por Dios!

Polly