martes, 29 de marzo de 2011

Seis mil millones como uno

1 comentario:

Unknown dijo...

Y péguense ustedes por favor una espléndida sonrisa en el rostro. ¡Pero qué ciegos estamos! Lo mejor es la humildad y la sinceridad con que la anciana dice aquello: lo que aprenden de mí, no lo pueden aprender de otros. ¡fantástico! Gracias Alvaro. Phil